Trata a un ser humano como lo que es y seguirá siendo lo que es. Pero trátalo como puede llegar a ser y se convertirá en lo que está llamado a ser. ¹Goethe.
La frase del epígrafe la considero genial. En especial, para iniciar una serie de reflexiones en torno a nuestra posición como integrantes de una comunidad educativa y como ciudadanos de una República en permanente cambio, que requiere de nuestro máximo potencial. Tenemos la falsa creencia de que no podemos cambiar nada, que nuestras acciones son inútiles. Sin embargo, nuestra mirada condiciona nuestras posibilidades de realización como seres humanos y de toda la vida que nos rodea. O sea que sí somos los constructores o destructores de nuestra realidad y felicidad. Antoine de Saint –Exupéry en El Principito utiliza un personaje que tiene un dialogo revelador con un zorro en el desierto: “…El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante…” Este diálogo riquísimo muestra cómo el tiempo que le dedicamos a las cosas y a las personas hacen que ellas sean únicas. A su vez muestra la importancia que tienen nuestras acciones en el mundo y cómo cambia definitivamente el mundo que nos rodea. ¿Cuánto tiempo dedicamos a la educación como sociedad? Si sacamos los debates salariales, muy poco. Los argentinos no nos damos cuenta o no queremos darnos cuenta, pero el problema más grave que tenemos es la educación.
Estas conclusiones las muestra claramente la última encuesta PISA de la OCDE² , en la que se evalúa la calidad, la equidad y la eficiencia de los sistemas educativos. La Argentina fue observada o excluida en el 2016 por problemas técnicos en la medición. Esta encuesta sobre educación la encabeza Singapur² y muestra que al menos nueve de cada diez estudiantes de quince años de edad poseen los conocimientos básicos que debería tener antes de concluir los estudios. Solo en Canadá, Estonia, Finlandia, Hong Kong, Japón, Macao (china), Singapur y Vietnam alcanzan estos objetivos. Dicha encuesta muestra la dificultad que tienen todos los países, incluidos los más ricos, en garantizar para el 2.030 una educación “inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante la vida para todos”. Europa, que era uno de los faros de la educación en el mundo, fue reemplazada por Oriente en la última medición PISA y es una tendencia sostenida en los últimos diez años. Pero el factor más importante del crecimiento es el convencimiento social de que solo con la educación se puede progresar. Francia criticó duramente los índices y sugirió que el método Singapur es un negocio, oponiéndose a la adopción de modelos extranjerizantes⁴. El gobernador de Mendoza anunció que esa provincia pondría en marcha en el 2019 una experiencia piloto del método Singapur. Es un indicio positivo de preocupación por el estado de la educación. Alcanzar una mayor equidad en la educación no es solo un imperativo de justicia social, sino también impulsa el crecimiento económico y fomenta la cohesión social. Por ese motivo la educación y la cultura deben ser un faro en las políticas de Estado.
En Argentina no existe una clara preocupación por la educación. Si tomamos a Singapur como ejemplo del crecimiento educativo, a través de sus problemas podemos visualizar la importancia social asignada a la educación: los alumnos son obligados a ir a clase hasta once horas al día⁵, lo que motivó un alto crecimiento del estrés y la insatisfacción. Sur Corea hizo importantísimas inversiones en educación, pues la considera esencial para el crecimiento. Matemáticas, ciencias, lengua coreana e inglés son las materias más importantes para acceder a la Universidad. En 1945, cuando Corea se liberó del colonialismo japonés, solo el 22% de los adultos sabía leer y escribir. En los sesenta la riqueza media de Corea del Sur era comparable con Afganistán. Pero en los ochenta uno de cada tres surcoreanos finalizaba el colegio y seguía estudios terciarios. Hoy casi la totalidad de los surcoreanos (98%) terminó el secundario y es la mejor cifra a nivel mundial. Aunque Corea del Sur invierte mucho en educación, gran parte del esfuerzo proviene de las familias. El gasto en educación pública por estudiante es inferior a la media de los países de la OCDE. No tenemos que importar el modelo surcoreano, pero creo que sí es importante tomar conciencia de la importancia de nuestro rol en la educación, asignándole el tiempo necesario para adquirir el
conocimiento.
El tiempo es la clave: sin tiempo y esfuerzo no hay conocimiento. Adquirir conocimiento es una de las cuestiones más arduas. Platón señala en El Banquete una profunda relación entre el eros y el conocimiento. Al filósofo lo compara con el enamorado: suspendido entre la ignorancia y el saber, entre la pérdida y la adquisición, está condenado a perseguir su objeto de deseo de por vida sin lograr aferrarlo del todo.
Como la amada huye del amante, el saber huye de quien desee poseerlo en su totalidad. Es importante para ir conquistando espacios en el saber, en primer lugar, eliminar prejuicios: por ejemplo, “esto es inútil”. Con mi mirada condiciono mi mundo: va a ser inútil porque le impuse ese límite. Sin embargo, cuando no ponemos límite al conocimiento se expande infinitamente, como un pensamiento multidireccional, integrando todos los elementos, enriqueciendo el pensamiento. Si creo que no es útil, no lo voy a integrar y quedará descartado como tal. Debemos entender que somos herederos de la República de las Letras⁶ , democracia que nace como fruto de la tecnología que revolucionó la adquisición del conocimiento y su divulgación con la imprenta. Fue la imprenta la que aceleró los avances del saber y los popularizó a la vez que aceleró su autonomía intelectual. La educación pública nos invita a un gran Banquete en el cual se invita a todos los ciudadanos a sentarse en la mesa (mensa) y a compartir el pan del saber. Pero esta visión solo se puede lograr con un real compromiso que nos obligue a una lectura profunda y comprometida. Para lograr este cometido debemos luchar contra los enemigos del pensamiento: La pereza, el temor y el orgullo.
Son enemigos con los que debemos luchar de forma permanente y tener en claro que el conocimiento se conquista con tiempo y esfuerzo. Debemos convencernos de que la única forma de lograr prestigio a través del conocimiento es con tiempo y mucho esfuerzo.
Esa es la propuesta: luchar para conquistar el conocimiento incentivándolos para colocar su mayor tiempo en ello y así lograr modificar nuestra vida y la de aquellos que nos rodean.
¹ Ver Alex Rovira, El poder transformador de la palabra. Video publicado en Youtube con el
patrocinio del BBVA Tu mirada puede transformar a las personas.
² Informe PISA 2016 (por países y comunidades) www. El periódico.com/es.
³ Informe www.oecd.org/pisa/singapur.
⁴ Diario Clarín, 8/7/18, nota: “Por qué mirar a Singapur para resucitar la educación argentina”.
⁵ ver informe presentado en el diario El País educación 6/12/2010.
⁶ Marc Fuaroli, República de las Letras, Ed. Acantilado.